Si tuviésemos que describir cuál es la misión del ilustrador en una obra eminentemente ilustrada, las posibilidades serían muchísimas (crear arte, comunicar, no ir en contra del texto, hacer reflexionar, crear empatía con el lector, ...). Pero a veces ocurren deslices, como éste que me sucedió a mí. Menos mal que existen maquetadores que hacen bien su trabajo y no sóo maquetan, sino que revisan la coherencia de la obra al completo. Aquí va el objeto del delito, de la obra "Xurxiño quere ser...", de Miguel Vázquez Freire, editado por Baía. En la primera imagen hay una incorrección: por despiste (typical me) el niño se lava las manos, no está la madre, y no se baña. ¡Contradiciendo al texto!! En la segunda imagen está corregido. Una cosa tengo clara: los ilustradores tenemos que hacer OTRA obra diferente al texto, ampliar escenarios, introducir incluso nuevas realidades, hacer nuevas preguntas... Pero caminando de la mano de la otra obra, el texto. Gracias, Toni, de Baía.
If we had to describe what the illustration's mission is on a children's album (abundantly illustrated), the answers would be many: to create a piece of art, to communicate, not to contradict the text, make the reader think, establish some empathy with the public... But sometimes there are mistakesm like the one I had. Thank god there are designers at some editing houses who do not only care about design, but also about the global coherence of the project.. The book is "Xurxiño quere ser..." ("Xurxiño wants to be..."), written by Miguel Vázquez Freire and edited by Baía. On the first image there is a mistake: the boy is not in the bath, and the mother (she should be there) is not. It was saying the opposite from the text!! There is something I know for sure: ilustrators must make ANOTHER work, different from the text, introduce some new realitites, make new questions... But walking hnd by hand with the written text. Thank you, Toni, from Baía.